El spoken word es un movimiento poético de los años 90 en Estados Unidos muy influido por las tradiciones musicales y orales afroamericanas. Según los protagonistas, tiene el propósito de "regresar la poesía a la gente", dándola a conocer como un arte oral vivo.

El spoken word es la conjunción de la cultura pop, las nuevas tecnologías, la multidisciplinariedad (performance, multimedia y música -sobre todo blues, jazz y hip hop), además de que mantiene una actitud crítica dentro de la poesía. El spoken word se resiste a cualquier definición cerrada. Después de todo, la "palabra hablada" sólo requiere de un micrófono, es decir, de un poeta y de una audiencia. Fuera de eso, todo es posible.

Poesía sonora rica en onomatopeyas, ritmos, entonaciones, texturas, inflexiones, impostaciones y caló, así como en acentos étnicos y regionales; inclusive cabe el espanglish. Discurso o verso, rima o prosa, ensayo o canción, el spoken word está más cerca de la escenificación que de la simple lectura de un texto. Apela a la experimentación colectiva, a partir de la improvisación y de la interacción con la audiencia.

Según el poeta chileno-estadunidense Adrián Arancibia, miembro del colectivo Taco Shop Poets (realizan lecturas de poesía en taquerías californianas), el spoken word es "un término desarrollado por los sellos discográficos para darle nombre a lo que sucedió en la poesía de los años 90. Antes había grupos como The Last Poets y Gil Scott Heron, que hacían lo mismo pero que se ubicaban bajo el género de jazz. Eso sí, el movimiento de la década de los 90 trató en cierto modo de democratizar la poesía, de sacarla de la academia... Queríamos captar la atención de la gente y que ésta pudiera cuestionar el mundo a su alrededor".

 

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