Danza

Históricamente, podemos considerar al breakdance como un elemento importante dentro de las ocupaciones desarrolladas por sus cultores. Su emergencia los suburbios neoyorquinos y santiaguinos –en épocas distintas, por cierto- es debido a factores socioculturales claves como la condición de marginalidad y los precarios recursos y oportunidades existentes. Por lo tanto, fuera de sus requerimientos motrices, distinguimos también importantes características que giran en torno al concepto de ocupación.

El breakdance considera un proceso gradual de aprendizaje, que requiere de conciencia y significación corporal, además de ser claramente reconocida por la cultura local. Mediante el break se desarrollan capacidades, nuevas formas de relación, se adquieren reglas y valores y finalmente se utiliza el tiempo, llenamos la vida.

Si clasificáramos este baile dentro de las actividades, probablemente podríamos hallarla dentro del tiempo libre, pero en relación a la comunidad y la vida social, pues el breakdance es parte de la expresión de un colectivo grupal con necesidades e intereses compartidos. Siendo así, ¿cómo utilizamos el breakdance en Terapia Ocupacional? En primer lugar, es necesario identificar las necesidades que un grupo social tiene.

En general, el break es utilizado en la población juvenil como una forma de canalizar y responder a los problemas sociales ya mencionados. La cultura hip hop está ampliamente extendida, por lo que utilizar formas artísticas ligadas a ellas como el break o el graffiti responde a los intereses y el motivaciones de un vasto grupo de la población. Sin embargo, la aplicación del break como una actividad terapéutica es mucho más compleja. Por un lado, es necesario adaptar sus objetivos, pues el break en sí mismo no constituye una actividad con fines terapéuticos. De esta forma, podemos incorporar la práctica de esta corriente artística a la intervención de Terapia Ocupacional, ya que modificando sus objetivos y utilizando un contexto adecuado para la consecución de estos, podemos desarrollar destrezas motoras como fuerza, resistencia, equilibrio y coordinación, así como desarrollar el sentido de grupo que muchos jóvenes necesitan.

En intervención comunitaria, el break puede ser utilizado con muchas finalidades. Una de ellas es lograr la autogestión de un grupo. Mediante la ejecución de esta disciplina, es posible que éste obtenga reconocimiento dentro del entorno social. Del mismo modo, es factible avanzar en el desarrollo de una comunidad, facilitando a sus miembros la utilización de recursos sociales y físicos. En resumen, el breakin’ –como expresión urbana- requiere de una serie de condiciones y habilidades que pueden ser útiles para la Terapia Ocupacional. Al tener relación con el desarrollo de habilidades motoras, del esquema corporal y de la comunidad en sí misma, el breakdance constituye un eficaz medio de intervención, considerando las características de la población juvenil existente en Chile, en donde el hip hop se alza como un importante modo de expresión cultural, otorgando significado e identidad.
 

'