Un debate sobre la eficacia de hip-hop y de la educación pudo estar bien a mediados de 1978 cuando el hip-hop florecía en la escena underground de New York.
En el año 2009 todavía sigue emergiendo, y cada vez con más seguidores entre los jóvenes.
Houston Baker, autor de Black Studies, Rap, and the Academy (1993), invita al público a utilizar el hip-hop como herramienta educativa. El Hip-hop en la educación no es nuevo; La academia El Puente en Brooklyn, New York comienza a incorporarlo en el plan de estudios a principio de los 90. Recientemente, la Universidad de Nueva York crea un premio de Hip-Hop; Hip-Hop & Pedagogy Initiative housed in the Center for Multicultural Education and Programs under the Division of Student Affairs.
La música y la cultura de Hip-hop se citan a menudo como herramientas pedagógicas públicas. Las clases de hip-hop se ofrecen en Berkeley, Stamford, Michigan, Yale, MIT, NYU, Princeton, universidad de Massachusetts, y de Colombia. De hecho se estima que hay sobre 300 cursos educativos a través del hip-hop en los Estados Unidos actualmente. En agosto de 2006 Cheznia Alemania recibe a la primera “Academia Internacional de hip-hop”, y la universidad de Wisconsin Madison en el programa “interdisciplinary living-learning” de cuatro años de duración, enfoca explícitamente sus estudios en la cultura del hip-hop, los cuales dan comienzo en junio de 2007.
Las organizaciones no lucrativas y los educadores individuales toman graciosamente como herramienta educativa el hip-hop. Organizaciones como H2Ed creado en New York, la universidad de Hip-Hop creada en Chicago, y la asociación internacional de la educación basada en el Hip-Hop en Washington y la C.C. son apenas algunas. La educación a través del Hip-hop es también popular en organizaciones espirituales y religiosas en los E.E.U.U., incluyendo mezquitas, sinagogas, e iglesias. Estas e incontables organizaciones, tales como el colectivo de los artes del apagón, inician la conexión entre el hip-hop, la educación, y el activismo en las escuelas, instalaciones correccionales, y espacios de tiempo extraescolares. A medida que la academia continúa discutiendo su eficacia, los profesores y los organizadores de la comunidad siguen adelante.
En el año 2009 todavía sigue emergiendo, y cada vez con más seguidores entre los jóvenes.
Houston Baker, autor de Black Studies, Rap, and the Academy (1993), invita al público a utilizar el hip-hop como herramienta educativa. El Hip-hop en la educación no es nuevo; La academia El Puente en Brooklyn, New York comienza a incorporarlo en el plan de estudios a principio de los 90. Recientemente, la Universidad de Nueva York crea un premio de Hip-Hop; Hip-Hop & Pedagogy Initiative housed in the Center for Multicultural Education and Programs under the Division of Student Affairs.
La música y la cultura de Hip-hop se citan a menudo como herramientas pedagógicas públicas. Las clases de hip-hop se ofrecen en Berkeley, Stamford, Michigan, Yale, MIT, NYU, Princeton, universidad de Massachusetts, y de Colombia. De hecho se estima que hay sobre 300 cursos educativos a través del hip-hop en los Estados Unidos actualmente. En agosto de 2006 Cheznia Alemania recibe a la primera “Academia Internacional de hip-hop”, y la universidad de Wisconsin Madison en el programa “interdisciplinary living-learning” de cuatro años de duración, enfoca explícitamente sus estudios en la cultura del hip-hop, los cuales dan comienzo en junio de 2007.
Las organizaciones no lucrativas y los educadores individuales toman graciosamente como herramienta educativa el hip-hop. Organizaciones como H2Ed creado en New York, la universidad de Hip-Hop creada en Chicago, y la asociación internacional de la educación basada en el Hip-Hop en Washington y la C.C. son apenas algunas. La educación a través del Hip-hop es también popular en organizaciones espirituales y religiosas en los E.E.U.U., incluyendo mezquitas, sinagogas, e iglesias. Estas e incontables organizaciones, tales como el colectivo de los artes del apagón, inician la conexión entre el hip-hop, la educación, y el activismo en las escuelas, instalaciones correccionales, y espacios de tiempo extraescolares. A medida que la academia continúa discutiendo su eficacia, los profesores y los organizadores de la comunidad siguen adelante.